Aunque el comercio electrónico crece día tras día en la gran mayoría de los sectores, la venta física sigue ganando terreno cada año que pasa. De hecho, según el estudio Global Consumer Insights Survey 2019, realizado por la empresa PwC, la cifra de españoles que compra diaria o semanalmente en una tienda física ha pasado del 40% al 48% en solo cuatro años.
¿Qué lleva a las personas a realizar sus compras de forma física?
Pese a que el comercio electrónico ha supuesto un gran avance con numerosas ventajas, hay millones de personas que siguen optando por el método tradicional de compra. Otras, combinan ambas opciones dependiendo del tipo de producto que compran. Así, por ejemplo, el sector con mayor implantación de compra online es el de viajes, con un 46% de consumidores que se decantan por esta opción.
Desde Metafase, como grupo especializado en la venta externa profesional, os presentamos las principales razones de los consumidores para realizar sus compras de forma física en supermercados:
- En primer lugar, el contacto directo con el producto. Esto hace que nuestra compra sea más segura porque vemos lo que compramos y comprobamos su calidad en el mismo momento en el que adquirimos el producto. Así pues, solo un 55% de los encuestados en la Encuesta Anual de Consumo elaborada por la Mesa de Participación, afirmaba fiarse de la compra online.
- Contacto humano. Muchos consumidores se resisten a realizar la compra online porque consideran que acabará reduciendo puestos de trabajo.
- Facilidad en el sistema de devoluciones. Si nos equivocamos en una compra física el proceso de devolución es más rápido y sencillo. Si optamos por la compra online, el proceso se alarga porque hay que esperar a que recojan el producto, nos lo vuelvan a entregar y nos devuelvan parte del importe si corresponde.
- Resistencia a las nuevas tecnologías. La denominada tercera edad es la que presenta un menor porcentaje de uso de compra online. Prefieren el método tradicional por los factores explicados anteriormente.
Todo esto explica el bajo porcentaje de compra online de los consumidores. Actualmente se encuentra en un 5%, un porcentaje muy bajo que demuestra que el comercio electrónico no termina de despegar en este sector.