
La Generación Z —nacida entre mediados de los 90 y principios de la década de 2010— está liderando un cambio profundo en el sector del retail. Esta generación, completamente digital, ha crecido en un entorno donde las redes sociales, la inmediatez y la interactividad son norma. Y, por ello, sus hábitos de consumo, más volátiles pero muy influyentes, están marcando el camino para marcas, retailers y operadores de punto de venta.
¿Por qué se caracteriza la Generación Z?
Aunque valoran la sostenibilidad, la autenticidad y el compromiso social, el factor precio sigue siendo determinante. El 74% de esta generación compra mensualmente en gigantes como Amazon, Shein o Temu. Son consumidores ágiles, que priorizan la comodidad y una experiencia sin fricciones, pero que también exigen a las marcas coherencia y propósito real. Esa dualidad presenta desafíos —y oportunidades— para quienes operan en el entorno comercial.
En este contexto, los servicios de GPV se convierten en una herramienta clave. Más allá de garantizar la correcta implementación de promociones o asegurar la disponibilidad de producto, quienes ejercen este rol son responsables de trasladar la estrategia comercial al entorno real. Son los encargados de observar el comportamiento del consumidor, detectar oportunidades y hacer que la marca esté presente de forma relevante y diferenciadora.
Hoy, más que nunca, conectar con las nuevas generaciones en tienda requiere una ejecución impecable. Por eso, las acciones en el punto de venta deben estar alineadas con lo que la marca comunica en redes sociales o en entornos digitales. Escaparates dinámicos, activaciones visibles, promociones bien integradas y una atención coherente con el posicionamiento de la marca, son elementos imprescindibles.
El consumidor Z no solo compara productos: también evalúa experiencias. Aunque muchos de sus descubrimientos comienzan en Instagram o TikTok, el contacto en el entorno físico influye decisivamente en su decisión de compra. Allí es donde la ejecución táctica cobra sentido. Una correcta gestión comercial puede ser la diferencia entre captar su atención o perderla frente a otra marca con mayor capacidad de adaptación.
Por otro lado, esta generación se caracteriza por su baja fidelidad a las marcas: solo el 25% afirma comprar siempre las mismas. Sin embargo, cuando siente que una marca le entiende, la respuesta cambia radicalmente. Un 70% se muestra dispuesto a ser leal si existe una conexión auténtica. Por eso, generarexperiencias de valor —también en tienda— es esencial.
En definitiva, comprender cómo actúa esta generación y adaptar las estrategias a su lógica de consumo no es suficiente. También es necesario ejecutar bien, con rapidez y coherencia en todos los canales. Y ahí, contar con profesionales que aseguren la presencia de marca de forma eficaz en el punto de venta es una ventaja competitiva cada vez más importante.
En un mercado en constante cambio, donde los hábitos de consumo evolucionan rápidamente, las marcas que logren integrar visión estratégica con una ejecución sólida en el terreno —y que entiendan el valor de observar, escuchar y reaccionar desde el punto de venta— serán las que consigan conectar de verdad y sostener relaciones duraderas con la generación Z.