Las marcas blancas se consolidan en la cesta de la compra de los consumidores españoles. Este fenómeno se ha vuelto más evidente en los últimos años, a medida que la economía ha sufrido altibajos y los consumidores han buscado formas de ahorrar dinero en sus compras diarias.
Y es que la marca de distribuidor o “marca blanca” supone ya el 58,5% de los alimentos que compran los españoles (sin incluir los frescos). Así se desprende de los datos acumulados desde agosto de 2023 a julio de 2024 según un informe de la consultora Circana y que sitúan en este sentido a la categoría de las bebidas en una proporción bastante inferior, un 32,7%.
Teniendo en cuenta los datos del informe, el capítulo de droguería y limpieza es la categoría en la que las marcas de las propias cadenas de distribución tienen más cuota del mercado, acercándose al 63%. En términos generales, el total del gasto del gran consumo en España está prácticamente equiparado entre las marcas de fabricante y las de distribuidor, según el análisis, con un 49,9% para la marca blanca.
Por su parte, son los frutos secos bajo marca de distribuidor los que tienen mayor penetración en el mercado, hasta el 83,4 %, seguidos de los quesos rallados, un 82,1% y las hortalizas y verduras congeladas, un 81,3%.
En nuestro post, desde Metafase, especialistas en inteligencia de mercado, te contamos más sobre las marcas blancas.
¿Qué son las marcas blancas?
Las marcas blancas se refieren a los productos fabricados por una empresa y vendidos bajo la marca de un minorista. Estas marcas tienen una mayor aceptación en el mercado debido a su menor precio en comparación con los productos de marca tradicionales.
Los productos de estas marcas han estado presentes en el mercado español durante décadas, sin embargo, su popularidad ha aumentado en los últimos años. Y una de las razones principales de su consolidación en España es la situación económica del país. Porque estos productos ofrecen precios más bajos en comparación con las marcas tradicionales, lo que les permite a las familias españolas reducir sus gastos. Además, las marcas blancas también han mejorado su calidad, lo que las posiciona como una alternativa viable a los productos de marca.
Otro factor que ha contribuido a la consolidación de las marcas blancas en la cesta de la compra de los consumidores españoles es la amplia gama de productos que ofrecen. Anteriormente, las marcas blancas solo estaban disponibles en productos básicos como leche, arroz y otros alimentos básicos, sin embargo, ahora se pueden encontrar en casi todas las categorías de productos, desde productos de cuidado personal hasta electrónica de consumo. Esto ayuda a los consumidores a ahorrar en una amplia variedad de productos sin sacrificar la calidad.
Además, los distribuidores han aumentado sus esfuerzos de marketing y promoción para las marcas blancas, lo que ha llevado a una mayor visibilidad en los puntos de venta. Asimismo, las empresas también han invertido en tecnología y en procesos de producción más eficientes para mejorar la calidad de los productos,
Las marcas blancas en el mercado online
Las marcas blancas también han ganado terreno en el mercado en línea. Con el creciente auge del comercio electrónico, aquí los consumidores tienen acceso a una variedad aún más amplia de productos de marca blanca. Además, muchos minoristas en línea ofrecen descuentos y ofertas en estos productos, lo que las hace aún más atractivas para los compradores online.
Como se puede observar, los consumidores se han vuelto más conscientes y buscan nuevas formas de ahorrar en sus gastos diarios, y es por eso que las marcas blancas se han convertido en una opción atractiva y económica sin sacrificar la calidad de los productos.