
El 2025 se perfila como un año de importantes ajustes económicos para los consumidores, marcado por fluctuaciones en las tarifas de servicios esenciales como telecomunicaciones, energía, transporte y alimentos. Mientras algunos sectores experimentan subidas notables en sus precios, otros prometen alivios temporales que, aunque significativos, no terminan de equilibrar el impacto general en los presupuestos familiares.
Sectores que suben y bajan en 2025
Desde Metafase, empresa de servicios de GPV, analizamos las subidas más relevantes y sus posibles repercusiones en los bolsillos de los consumidores.
Telecomunicaciones: subidas selectivas y competencia agresiva
En el ámbito de las telecomunicaciones, las grandes operadoras han anunciado incrementos en ciertas tarifas, especialmente en los planes premium y los servicios de alta velocidad. Sin embargo, la presión de nuevos actores en el mercado y una creciente demanda de ofertas más accesibles han impulsado una competencia feroz. Esto se traduce en promociones puntuales y descuentos en paquetes combinados, aunque la tendencia general apunta a una factura mensual más elevada para quienes buscan mantenerse al día con los avances tecnológicos.
Energía: la volatilidad como constante
El sector energético sigue siendo uno de los más impredecibles. Durante el primer trimestre de 2025, las tarifas de electricidad y gas han registrado incrementos impulsados por la incertidumbre en los mercados internacionales y la transición hacia fuentes renovables. Sin embargo, algunos consumidores podrían beneficiarse de reducciones puntuales gracias a subsidios gubernamentales y programas de eficiencia energética. Aun así, los hogares menos adaptados a estas iniciativas enfrentan un escenario de costos elevados en el mediano plazo.
Y es que, con la subida del IVA de la luz al 21%, tras el fin de las medidas extraordinarias tomadas por el Gobierno para atajar la crisis energética, y el aumento de un 33% de los cargos regulados supondrá un encarecimiento anual de la factura eléctrica de 121 euros al año a partir de este año para un perfil promedio en el mercado libre. Esto supondrá 10,14 euros más al mes según los cálculos de la web de ahorro Kelisto.es.
Transporte: entre el alza de los combustibles y las alternativas sostenibles
El transporte ha sido otro sector afectado. Los precios de los combustibles fósiles han vuelto a subir tras una breve estabilidad, encareciendo tanto el uso de vehículos particulares como el transporte de mercancías. Esto repercute directamente en los costes de los productos de consumo. En contraste, las opciones de movilidad sostenible, como los vehículos eléctricos y el transporte público, han mantenido sus tarifas relativamente estables.
Por ejemplo, el transporte público seguirá bonificado hasta junio, con abonos gratuitos para Cercanías y Media Distancia, además de descuentos del 50% en metro y autobuses urbanos. Los peajes, sin embargo, subirán hasta un 4% en autopistas estatales.
Alimentos: la inflación alimentaria sigue su curso
La inflación en el sector alimentario sigue golpeando con fuerza. Productos básicos como cereales, lácteos y carnes han registrado aumentos del 15 % al 20 % en comparación con el año anterior. Este encarecimiento responde a factores como el cambio climático, que afecta la producción agrícola, y el aumento de los costes logísticos. Sin embargo, las frutas y verduras de temporada, han mostrado ligeras reducciones en sus precios gracias a una mayor oferta local en ciertos periodos del año.
En este 2025, El IVA de los alimentos básicos como el pan, la leche, los huevos y las frutas sube del 2% al 4%, mientras que el de los aceites de semillas y la pasta pasa del 7,5% al 10%. El aceite de oliva, por su parte, mantiene un IVA reducido del 4%.
Otros sectores en la balanza
El 2025 también trae cambios en sectores como el entretenimiento y la tecnología. Mientras que las suscripciones a plataformas de streaming y servicios digitales experimentan subidas discretas, el mercado de dispositivos electrónicos muestra una ligera caída en los precios debido al abaratamiento de ciertos componentes clave. Por su parte, los seguros de salud y vivienda han mantenido una tendencia alcista, reflejando el aumento de los costes operativos y los riesgos percibidos por las aseguradoras.
Por otro lado, el precio del sello para cartas ordinarias subirá un 10%, pasando de 0,80€ a 0,88€, lo que afectará a pequeñas empresas que dependen del correo postal tradicional.
Un panorama de ajustes
En definitiva, el 2025 plantea un panorama de constantes ajustes en las carteras de los consumidores, obligándolos a priorizar el gasto en ciertos servicios y a buscar alternativas más económicas. La clave para enfrentar este año estará en la planificación financiera, la adaptación a nuevas tendencias de consumo y la búsqueda de opciones que permitan mitigar el impacto de estas fluctuaciones económicas.