Es innegable que en los últimos años se ha incrementado la preocupación de la población por el cuidado del medio ambiente. Los gobiernos comienzan a actuar en consonancia, aunque a pasos demasiado lentos, con medidas enfocadas en el largo plazo.
Los consumidores, mientras tanto, comienzan a adquirir más conciencia y demandan cada vez mejores prácticas a los supermercados, que empiezan a corregir sus errores para no perder clientes.
Como expertos en asesoría comercial, os mostramos algunas de las reivindicaciones y posibles tendencias del mercado.
La primera de las demandas, por ser la más visible y repetida, es la reducción de plástico. Pagar por una bolsa no parece muy sostenible si después para cargar con fruta y verduras necesitas llevarte una gran cantidad de plástico.
Una solución es fomentar la venta de productos a granel, que supermercados como Eroski, Lidl o Alcampo llevan a cabo, como reflejó Greenpeace en un informe de 2019.
La lucha contra el plástico no es exclusiva de los supermercados, también de las marcas. Algunas como Carlsberg o Estrella Damm han cambiado las anillas de plástico de los packs de cerveza por cartón reciclado.
Además de esta reivindicación, surgen otras que adquieren cada vez más fuerza.
Por un lado, aparece la tendencia de consumir exclusivamente productos de temporada y de proximidad. Es la mejor manera de combatir las importaciones de productos que vienen de muy lejos, con el consiguiente gasto en combustibles fósiles que conlleva.
Por otro, está la reducción del consumo de carne. Los residuos que genera la industria cárnica son unos de los más elevados y de los que más contribuyen al cambio climático con la emisión de gases de efecto invernadero. Según la FAO, el sector ganadero es el responsable del 14,5% de todas las emisiones, más que el transporte.
En este sentido, cada vez más gente apuesta por consumir un mayor número de alimentos de origen vegetal. Según el último informe de Lantern Spain, el 7,8% de la población española es vegetariana, vegana o flexitariana (consume ocasionalmente carne o pescado), lo que evidencia un claro cambio en nuestra dieta.
Los denominados establecimientos veggies se han duplicado en los últimos cinco años en nuestro país, lo que muestra que hay una amplia demanda de estos productos. Atender a estas necesidades e incorporarlas en los establecimientos puede ser una gran estrategia no solo a futuro, sino también en el corto plazo.